El rumor comenzó a fraguarse ayer tras la rueda de prensa del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. Hoy con la entrega de toda la documentación correspondiente al borrador de Presupuestos Generales de 2013 se confirmará: los jugadores podrán deducirse las pérdidas, el dinero que invierten en participar, de las ganancias a la hora de tributar los premios.
Así nos lo han ratificado desde la Dirección General de Ordenación del Juego, "era una medida que se llevaba negociando desde hace meses y que por nuestra parte se consideraba totalmente justa", señalan. "Aunque todavía no hemos recibido el texto no consta que viene recogida en los Presupuestos y que se haría efectiva si se aprueba tal y como está ahora en el Congreso", añaden.
De esta manera se atiende la reivindicación de los jugadores y las empresas del canal online que solicitaron esta modificación desde que se aprobó la Ley y empezó a controlarse todo el dinero que se mueve en este ámbito y por el que deben empezar a tributar tanto unos como otros.
Tal y como está la legislación actualmente, se obligaba a los jugadores a pagar por todas las ganancias en concepto de incremento del patrimonio, sin tener en cuenta el dinero invertido para ello. De aprobarse la modificación que afectaría a la Ley 35/2006 del IRPF, los que tengan una cuenta online podrán restar a las ganancias los gastos realizados en apuestas durante el año y por tanto tributar por las ganancias netas.
Con esto se intenta evitar que los ciudadanos paguen en casos en los que el balance general puede incluso llegar a ser negativo. Debería ser más que suficiente para recuperar a ese conjunto de jugadores que ante la incertidumbre sobre este aspecto y lo "injusto" de la medida, habían decidido emigrar a otros mercados.
La duda está si empezará a aplicarse desde el 1 de enero de este año, como se recoge inicialmente o partir del año que viene cuando entren en vigor los Presupuestos.
Desde la DGOJ afirman haber trabajado duramente en este sentido, defendiendo unas condiciones que consideran más adecuadas a la realidad y que no deberían suponer una diferenciación con el juego presencial, donde también se controlan las "inversiones" y los premios.
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